El partido enfrentó a los Arizona Wildcats, ubicados en el puesto 20 del ranking nacional, contra los BYU Cougars. La batalla por la supremacía en la cancha se definió en la segunda mitad, una exhibición de talento y estrategia que dejó a la afición sin aliento.
Caleb Love, quien con este partido alcanzó la marca de 1000 puntos en su carrera con los Wildcats —un hito para el jugador proveniente de Carolina del Norte— lideró la ofensiva de Arizona con 18 puntos, todos anotados en la segunda mitad. Su compañero, Jaden Bradley, lo secundó con 17 puntos, también conseguidos en la segunda mitad, demostrando un juego explosivo y decisivo en los momentos cruciales. Henri Veesaar y Tobe Awaka contribuyeron con 17 y 14 puntos respectivamente, completando un sólido trabajo en equipo.
Por el lado de BYU, Egor Demin se destacó con 16 puntos, mientras que Dallin Hall y Richie Saunders aportaron 11 puntos cada uno. Es importante destacar la actuación de Hall, quien superó una racha de bajo rendimiento para llegar a cifras dobles por quinta vez en la temporada. "Hall reached double figures for just the fifth time this season after not making a basket in four of his previous five games," señalaron los reportes posteriores al juego.
El partido estuvo marcado por cambios de liderazgo en el marcador. Un triple de Kanon Catchings puso a BYU arriba 61-60. Sin embargo, la respuesta de Arizona fue contundente. Canastas consecutivas de Love y Bradley devolvieron la ventaja a los Wildcats. Un parcial de 13-2, impulsado por seis tiros libres de Bradley, selló la victoria de Arizona, 85-74.
Un dato clave: Arizona dominó ampliamente el rebote, superando a BYU 45-30. Esta superioridad en las tablas resultó decisiva en el desenlace del partido. Los Cougars sufrieron su quinta derrota de la temporada cuando no superaron a su rival en rebotes. La última parte del partido, con solo dos canastas de BYU en los últimos 7:46 minutos, refleja la superioridad final de Arizona.
Ambos equipos regresarán a la cancha el sábado. Arizona enfrentará a Texas Tech como local, mientras que BYU visitará a Cincinnati. El futuro inmediato promete más emocionantes encuentros en la Big 12.