Caso Rubiales: Testimonios confirman presión a Jenni Hermoso
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El incidente, aparentemente menor en un primer momento, desató una ola de consecuencias que aún hoy siguen resonando.
Jenni Hermoso, la protagonista central, no solo tuvo que lidiar con el impacto mediático del beso no consentido por parte de Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, sino también con la presión ejercida por él y su equipo. Según los testimonios ofrecidos el jueves en el juicio de Madrid, la presión para minimizar el suceso fue significativa.
Sus compañeras de equipo, Alexia Putellas e Irene Paredes, corroboraron la versión de Hermoso durante sus declaraciones. Putellas describió en su testimonio vía videoconferencia desde Barcelona el estado emocional de Hermoso durante el vuelo de regreso a España: “Estaba enfadada y decía que no hacía falta que le explicaran los hechos porque ella lo había vivido, que no iba a salir y que la dejaran en paz”.
Paredes, por su parte, declaró desde el mismo tribunal, revelando cómo fue testigo de la creciente incomodidad de Hermoso ante la insistencia de empleados de la federación para que protegiera a Rubiales. “Jenni estaba preocupada. Estaba disgustada. Le vi llorar contándonos esto porque era un tema que le estaba agobiando y ella lo que quería era celebrar el tiempo que acabamos de conseguir”, afirmó Paredes.
Estos testimonios, que coinciden con las declaraciones previas de la arquera Misa Rodríguez y el hermano de Hermoso, refuerzan la acusación contra Rubiales. La fiscalía solicita una condena de dos años y medio de prisión, una multa de 50.000 euros y la inhabilitación para ejercer funciones deportivas. La defensa de Rubiales, quien ya renunció a su cargo y fue sancionado por la FIFA, ha alegado una "cacería de brujas".
Además de Rubiales, otros tres empleados de la federación, incluyendo al exentrenador Jorge Vilda, están siendo juzgados por presunta coacción a Hermoso. El juicio sigue su curso, con la expectativa de esclarecer completamente los hechos y sus consecuencias.
El caso ha trascendido el ámbito deportivo, generando un debate a nivel nacional e internacional sobre el consentimiento, la presión en el mundo del deporte profesional y la necesidad de proteger a las deportistas de cualquier tipo de abuso de poder.