El nombre de Shohei Ohtani, el astro japonés del béisbol, resonó recientemente en un tribunal federal de Santa Ana, California, no por sus hazañas en el campo, sino por un escándalo financiero que involucra a su ex intérprete, Ippei Mizuhara. Detalles que salieron a la luz revelan una trama de fraude bancario y evasión fiscal a gran escala.
Mizuhara, quien fungió como un puente vital entre Ohtani y el mundo del béisbol estadounidense, fue sentenciado a cuatro años y nueve meses de prisión, además de una orden de restitución de 18 millones de dólares. De esta cantidad, casi 17 millones irán directamente a Ohtani, mientras que el resto se destinará al Servicio de Recaudación Interna (IRS).
El juez John W. Holcomb, al dictar sentencia, no ocultó su asombro ante la magnitud del delito: “La magnitud del robo —17 millones de dólares— es, en mi opinión, sorprendentemente alta”. Holcomb enfatizó la dificultad que representa la restitución de esa suma.
Durante la audiencia, Mizuhara se disculpó con Ohtani, los Dodgers, el gobierno y su familia, admitiendo su culpabilidad y expresando su arrepentimiento: “Estoy verdadera y profundamente arrepentido por lo que he hecho. Estoy preparado para ser castigado por ello”.
La investigación, que se originó a partir de una pesquisa más amplia sobre apuestas deportivas ilegales y lavado de dinero en el sur de California y Las Vegas, reveló que Mizuhara usó el dinero para financiar sus adicciones al juego y deudas con corredores ilegales. Gastos extravagantes, incluyendo 325,000 dólares en tarjetas de béisbol, también fueron parte del desfalco.
El fiscal federal interino, Joseph T. McNally, resaltó la vulnerabilidad de Ohtani, quien dependía de Mizuhara para navegar el complejo mundo del béisbol estadounidense. McNally describió las acciones de Mizuhara como “desvergonzadas”, enfatizando que Ohtani fue una víctima inocente en este caso.
La defensa de Mizuhara argumentó que la adicción al juego de su cliente, exacerbada por el fácil acceso al crédito proporcionado por un corredor de apuestas, contribuyó a sus acciones. Sin embargo, el impacto en la reputación de Ohtani, según el fiscal Jeff Mitchell, es un daño significativo que quizás nunca se repare completamente.
Mizuhara, quien forjó un lazo estrecho con Ohtani, estuvo a su lado en momentos cruciales de su carrera, desde el Derby de Jonrones en el Juego de Estrellas de 2021 hasta su histórico contrato con los Dodgers. Ironías del destino, la vida profesional de ambos se entrelaza de forma tan dramática, ahora marcada por este suceso que los vincula de manera inesperada.
Mizuhara, quien llegó a Estados Unidos con sus padres a los 6 años, superó las dificultades del idioma para convertirse en un elemento clave en la trayectoria de Ohtani. Su historia, ahora con un giro trágico, resalta la complejidad que existe detrás de la brillantez del deporte profesional.