El nombre clave es Bogdan Bogdanovic. Este escolta serbio, con un historial que incluye medallas olímpicas (bronce en París 2024 y plata en Río 2016), se une a los Clippers procedente de los Hawks de Atlanta. Sus estadísticas hablan por sí solas: promedios de 10 puntos, 2.8 rebotes y 2 asistencias en 24.9 minutos esta temporada con Atlanta, y promedios de carrera de 14.4 puntos, 3.4 rebotes y 3.2 asistencias a lo largo de ocho temporadas en la NBA. Según Lawrence Frank, presidente de operaciones de baloncesto de los Clippers, “Bogdan es un escolta inteligente y competitivo que aporta tiro, pase y un alto coeficiente intelectual de baloncesto. Ha demostrado, tanto en la NBA como en el juego internacional, que es un jugador clave en momentos importantes”.
Pero la llegada de Bogdanovic implica una despedida. Los Clippers enviaron a Atlanta a Terance Mann y Bones Hyland, junto con tres selecciones de segunda ronda del draft, para concretar el acuerdo. Mann, seleccionado por los Clippers en 2019, ha sido una pieza fundamental en las últimas temporadas, dejando una marca imborrable en el equipo, como lo destaca Frank: “Lo seleccionamos en 2019 y se convirtió en todo lo que esperábamos: un profesional desinteresado y confiable que sobresale en ambos extremos de la cancha y hace lo que sea necesario para ganar… Estableció un estándar para nuestros jugadores jóvenes y dejó una huella en nuestro equipo que perdurará”. Sus números esta temporada: 6 puntos, 2.9 rebotes y 1.6 asistencias en 19.8 minutos por partido.
Por su parte, Hyland, con experiencia en Denver y Los Angeles, aporta sus 7.2 puntos, 1.4 asistencias y 1.2 rebotes en 11.1 minutos promedio por juego esta temporada. Su juventud y potencial serán elementos a considerar en el futuro de la franquicia.
El intercambio, sin duda, genera gran expectación y plantea interrogantes sobre el futuro inmediato de los Clippers. El tiempo dirá si esta estrategia se traduce en un ascenso en la clasificación y una mejoría en su rendimiento en la cancha. La temporada está lejos de terminar y este movimiento marca un punto de inflexión en la historia reciente del equipo.