Barkley rompe récord NFL en el Super Bowl: 2.476 yardas terrestres
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René CardenasSe palpaba la tensión, la misma que se respiraba en cada minuto de la reñida contienda.
En medio de esa vorágine, Saquon Barkley, el nombre que resonaba en cada conversación, se preparaba para escribir una nueva página en la historia de la NFL. No era solo otro partido; era el Super Bowl, el escenario perfecto para la consagración de una leyenda en ciernes.
Con "solo 30 yardas necesitadas para superar la marca de Terrell Davis", la presión era inmensa. La primera mitad fue un tira y afloja, un juego de ajedrez entre dos titanes. Barkley, con sus 12 acarreos para 31 yardas, mostraba un promedio de solo 2.6 yardas por acarreo, un dato que contrastaba con sus habituales 5.8 de la temporada regular. A pesar de esto, su contribución fue crucial para el triunfo.
Pero la historia no se limita a las estadísticas. Ese acarreo de dos yardas en la última jugada del segundo cuarto, que le permitió superar el récord de 2.476 yardas terrestres de Davis, fue el broche de oro a una temporada excepcional. Un hito que lo convierte en el poseedor del récord de la NFL para la mayor cantidad de yardas terrestres en una temporada, incluyendo la postemporada.
Su impacto trasciende las cifras. Sus 2.005 yardas terrestres en la temporada regular lo colocaron como el noveno corredor en la historia de la NFL en superar las 2.000 yardas. A esto se suman sus siete carreras de touchdown (incluyendo la postemporada) de más de 60 yardas, una muestra de su potencia y destreza en el campo.
Más allá del récord, la historia de Barkley es una odisea de superación. Tras una carrera con los Giants de Nueva York marcada por la inconsistencia, Barkley tuvo su renacimiento en los Eagles. La apuesta de 26 millones de dólares, inicialmente considerada arriesgada por algunos, se convirtió en una inversión brillante. Una jugada maestra que demuestra que la inversión en talento excepcional, incluso en una posición tradicionalmente poco valorada, puede traer réditos espectaculares.
Su juego, descrito por muchos como "sacado directamente de un videojuego", incluyó jugadas memorables, como un salto hacia atrás tan asombroso que obligó a Madden a lanzar una actualización. Un testimonio del impacto de su habilidad en el mundo del fútbol americano.
El domingo no solo marcó un nuevo récord para Barkley. También fue su cumpleaños número 28. Un cumpleaños que recordará para siempre, no sólo por la victoria de su equipo y su excepcional logro personal, sino por el haber escrito su nombre en la historia del deporte.
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