Guerrero Jr.: El futuro de los Azulejos en juego
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Se avecina un momento crucial, un dilema que involucra millones de dólares y la leyenda en ciernes de un jugador.
Hablamos, por supuesto, de Vladimir Guerrero Jr., el fenómeno dominicano que se ha convertido en un ícono para los Azulejos. Su contrato actual termina pronto y su futuro, aún incierto, es el centro de atención. Con un salario actual de $28.5 millones de dólares, Guerrero se perfila como uno de los agentes libres más codiciados del próximo otoño, a la altura de estrellas como Juan Soto, quien recientemente firmó un contrato récord de $765 millones de dólares con los Mets de Nueva York.
El gerente general de Toronto, Ross Atkins, ha declarado públicamente su deseo de retener a Guerrero: “Hemos trabajado extremadamente duro para mantener a Vlad aquí por mucho tiempo. El deseo es fuerte y continuaremos haciendo esto. Nunca cerraremos la puerta.” Sin embargo, la negociación no se presenta sencilla. Atkins ha resaltado la necesidad de una estrategia cautelosa: “Todo necesita ser considerado, pero debe ser considerado históricamente y no de manera reactiva. Ser disciplinados con nuestras valoraciones... hay tantas variables.”
La temporada pasada, Guerrero, cuatro veces seleccionado al Juego de Estrellas, mostró su valía con un promedio de bateo de .323, 30 jonrones y 103 carreras impulsadas, finalizando sexto en la votación para el Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Su impacto en el equipo es innegable, como lo afirma el manager John Schneider: “Todos queremos que Vlad esté aquí. Simplemente seguimos trabajando hacia eso y, con suerte, sucederá.”
Mientras tanto, los Azulejos han realizado movimientos significativos para fortalecer su plantilla de cara a la próxima temporada. La llegada de Anthony Santander con un contrato de $92.5 millones de dólares por cinco años, y la del veterano lanzador Max Scherzer con un contrato de $15.5 millones de dólares por un año, son señales claras de su ambición. Sin embargo, Scherzer llega con algunas interrogantes tras una temporada pasada marcada por lesiones: “Necesito estar saludable. Necesito hacer mis aperturas… La mayor bandera roja para mí es ese asunto de la espalda, y simplemente eso no es ya un problema.”
El futuro de Guerrero en Toronto pende de un hilo. La fecha límite se acerca, y la tensión es máxima. El impacto de la decisión trascenderá el terreno de juego, afectando la moral del equipo y la expectativa de la fanaticada. El equipo, sin embargo, confía en la disposición de Guerrero a priorizar el equipo sobre todo: “No creo que eso vaya a afectar al equipo,” asegura el campocorto Bo Bichette. “Vladdy siempre se ha preocupado primero por el equipo y no va a hacer de eso un problema.”