Juicio Maradona: Siete médicos imputados por homicidio

A partir del martes, siete profesionales de la salud se sentarán en el banquillo de los acusados en Buenos Aires. Se les acusa de homicidio simple por dolo eventual en la muerte de Maradona, ocurrida el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, en una casa alquilada en Tigre.
Entre los acusados se encuentran figuras clave como el neurocirujano Leonardo Luque, médico personal de Maradona en sus últimos años, quien autorizó su internación domiciliaria tras una cirugía cerebral; la psiquiatra Agustina Cosachov, responsable de su medicación; y otros profesionales como el psicólogo Carlos Díaz, la médica coordinadora Nancy Forlini, Mariano Perroni (representante de la empresa de enfermería), y los enfermeros Ricardo Almirón y Gisela Madrid (esta última será juzgada por separado). También se encuentra Pedro Di Spagna, el médico clínico a cargo del seguimiento del paciente.
El caso gira en torno a la internación domiciliaria de Maradona luego de una operación por un coágulo en el cerebro. “El actuar de los acusados fue inadecuado, deficiente y temerario”, concluye un informe de una junta médica independiente, señalando la falta de equipos esenciales como desfibrilador o oxígeno, y la ausencia de controles adecuados en los días previos a su fallecimiento. La fiscalía presentará como prueba más de 120.000 mensajes y audios de conversaciones entre los implicados.
Los últimos días de Maradona estuvieron marcados por un aislamiento casi total, una depresión y una posible recaída en su adicción al alcohol, según testimonios. La defensa de los acusados niega los cargos, argumentando que Maradona era un paciente difícil y que la decisión de la internación domiciliaria correspondió a su familia. “La muerte ocurrió en forma inesperada, imprevista, en las horas de sueño”, afirma la defensa de Luque, respaldándose en un informe médico propio.
El juicio, que podría extenderse hasta julio, incluirá la declaración de los acusados y alrededor de 110 testigos. Se espera un desarrollo con al menos tres audiencias semanales, culminando con los alegatos y la posterior sentencia. En caso de condenas, la detención inmediata no sería automática, dependiendo de los recursos legales posteriores.