Argentina: Crisis social y fútbol, un cóctel explosivo

El gobierno de Javier Milei, quien completó su primer año al frente del país con un superávit fiscal —un hecho sin precedentes desde 2010— , ha tomado medidas drásticas que han generado un fuerte malestar social. Estas medidas, enfocadas en el recorte del gasto público para lograr ese superávit, han impactado directamente en las jubilaciones y pensiones, desatando la ira de una parte importante de la población.
La situación se agravó la semana pasada cuando una protesta de jubilados frente al Congreso terminó con un fuerte enfrentamiento con la policía. “La policía los dispersó con gases lacrimógenos y golpes de bastones”, relatan testigos de los hechos, un evento que contraviene el nuevo código de conducta para manifestaciones implementado por el gobierno de Milei.
Y es aquí donde el fútbol entra en escena. En un hecho inédito, hinchadas de equipos como Boca Juniors y River Plate, además de clubes de primera y segunda división, anunciaron su participación en la protesta semanal de los jubilados este miércoles. La consigna: “Defender a los ancianos”.
Pero la respuesta del gobierno no se hizo esperar. El Ministerio de Seguridad publicó una resolución que establece una nueva causal de prohibición de acceso a estadios: "haber tenido conductas violentas contra las personas o las cosas o que afectaren la seguridad, el tránsito vehicular o el orden público, ya sea de manera individual o en el marco de una manifestación...". Esto significa que cualquier hincha que participe en las protestas corre el riesgo de perder la posibilidad de asistir a los partidos de su equipo por un periodo indeterminado.
La situación económica que enfrentan los jubilados es crítica. Si bien el gobierno logró controlar la inflación, la actualización mensual de las jubilaciones basada en el último dato inflacionario —implementada en marzo de 2024— no compensa la devaluación del 50% de la moneda local en diciembre de 2023. A esto se suma la modificación del plan de salud y la restricción en la entrega de medicamentos gratuitos. Un jubilado, en febrero, recibía un mínimo equivalente a 300 dólares, mientras que el costo de la canasta básica para adultos mayores supera el doble de esa cifra, según la Defensoría de la Tercera Edad.
La intersección entre la crisis económica y las restricciones impuestas al acceso a los estadios plantea un escenario complejo, con la posibilidad de enfrentamientos entre hinchas y fuerzas de seguridad en las inmediaciones del Congreso. El futuro de las protestas y las consecuencias para los aficionados al fútbol aún están por verse.