Ángel Cabrera: Regreso triunfal al Masters tras superar adversidades

La previa del Masters es siempre un hervidero de emociones, pero esta edición tiene un ingrediente especial: un regreso triunfal, una historia de redención escrita en los greens.
Hablamos de Ángel Cabrera, “El Pato”, el campeón del Masters de 2009. Su nombre, antaño sinónimo de victorias y celebraciones multitudinarias en Córdoba, quedó ensombrecido por una etapa turbulenta. Dos años de su vida, entre 2021 y 2023, transcurrieron tras las rejas de una prisión argentina, tras ser sentenciado por amenazas a dos ex parejas. Una condena que lo alejó del circuito profesional y, aparentemente, de todo aquello que alguna vez representó.
Pero la vida, como un golpe de suerte en el 18, a veces ofrece segundas oportunidades. Liberado bajo libertad condicional en agosto de 2023, Cabrera demostró una resiliencia asombrosa. “La vida me ha dado una segunda oportunidad. Estoy muy agradecido de cómo me han recibido”, confesó en una entrevista a un reducido grupo de periodistas, con la tranquilidad de quien ha enfrentado sus demonios.
Su camino de vuelta no fue fácil. Su entrenador, Charlie Epps, le llevó un juego de palos apenas salió de prisión, mientras esperaban la visa para que pudiera salir de Argentina. La práctica fue ardua, una reconexión física y mental con el deporte que lo había llevado a la cima y, también, a la caída. El triunfo en el Pro Football Hall of Fame Invitational, una victoria alcanzada con un birdie en el hoyo 17, fue un paso decisivo en su regreso a la escena profesional. Una victoria que, según sus propias palabras, estuvo "una década en proceso".
Ahora, de regreso en Augusta, se enfrenta a un nuevo desafío, uno de índole más personal. El reencuentro con la élite del golf, con compañeros y rivales, algunos de los cuales lo han apoyado incondicionalmente a pesar de su pasado. Nombres como Gary Player, quien se convirtió en uno de sus grandes pilares, o Adam Scott, su rival en el desempate del Masters 2013, han expresado su apoyo. “Tenemos una historia bastante larga… Estoy encantado de que vaya a unirse a nosotros este año”, declaró Scott.
Cabrera, a sus 55 años, es consciente de las opiniones encontradas que genera su regreso. Entiende que no todos pueden perdonar y olvidar. “Cada uno tiene su opinión, y respeto eso”, afirma con serenidad. Pero también hay una firmeza en su voz, la convicción de que su lugar en Augusta National está ganado, no solo por su pasado glorioso, sino por la fuerza de su redención.
Su presencia en la Cena de Campeones, compartiendo mesa con leyendas del golf, es un símbolo inequívoco de su regreso. Un regreso que, más allá de los resultados deportivos, representa un capítulo importante en la narrativa humana de perseverancia y superación.