Tottenham: Final de la Europa League, una batalla por la gloria

Para muchos, es solo un partido; para otros, una batalla por reescribir la narrativa de un club con una rica historia, pero también con una marcada carencia de títulos recientes.
El técnico, Ange Postecoglou, no elude la realidad. La sequía de trofeos del Tottenham, que se extiende desde la Copa de la Liga de 2008, es un peso que siente día a día. Su último trofeo europeo, la Copa de la UEFA de 1984, parece una reliquia de una época dorada. "Miren el trasfondo histórico de este club y en lo que ha estado durante los últimos 20 años," reflexiona Postecoglou, anticipando la final de la Liga Europa contra el Manchester United el 21 de mayo en Bilbao.
Para el entrenador australiano, esta final no es solo un partido, es una oportunidad de oro para cambiar la percepción del equipo. Una victoria significaría más que un simple trofeo; representaría un punto de inflexión en la identidad del Tottenham, frecuentemente criticado por "derretirse en los grandes escenarios". Postecoglou lo afirma con claridad: "Hasta que no lo logres, independientemente de lo que más consigas, la gente dirá que no has ganado nada."
La imagen de las viejas glorias del club, retratadas en blanco y negro en las paredes del estadio, lo impulsa. "¿Podemos poner a este grupo en esa pared?", se pregunta. Esta pregunta resume el desafío; romper con la etiqueta de equipo que falla en los momentos decisivos. Una victoria en la Liga Europa, además de asegurar un lugar en la Champions League la próxima temporada, sería un contundente mensaje para todos los que dudan.
El panorama en la Premier League no es alentador. El Tottenham ocupa el 17° lugar, tras una campaña llena de derrotas (20 de 36 partidos). La situación se complica con las lesiones. Dejan Kulusevski, por ejemplo, sufrió una lesión muscular en el último partido contra el Crystal Palace (derrota 2-0). James Maddison y Lucas Bergvall también están descartados para el resto de la temporada. Sin embargo, la vuelta de Son Heung-min después de un mes lesionado inyecta algo de optimismo.
La decisión sobre la participación de Son en la final dependerá exclusivamente de su estado físico. "Se trata de estar listo para jugar," afirma Postecoglou, descartando cualquier sentimentalismo en su decisión, a pesar de ser el décimo año del extremo en el Tottenham. El partido contra el Aston Villa este viernes será crucial para evaluar la situación antes de la final del 21 de mayo.