Dodgers vencen 4-3 a Diamondbacks en juego dramático

La noche prometía emociones fuertes, y no decepcionó.
En el centro de la escena, Yoshinobu Yamamoto, el lanzador japonés de los Diamondbacks, ofreció una demostración magistral de pitcheo. Siete entradas de un solo imparable, nueve ponches, y un récord personal de 110 lanzamientos. Su dominio parecía inquebrantable hasta que Ketel Marte, con un sencillo en la séptima entrada, rompió su anhelo de juego sin hit. Un momento que, a pesar de la frustración para el pitcher, generó una oleada de adrenalina en el estadio.
Pero la batalla estaba lejos de terminar. Los Dodgers, tras una ventaja inicial de Arizona (3-1 en la décima entrada gracias a un jonrón de dos carreras de Corbin Carroll contra Tanner Scott), respondieron con furia. Kiké Hernández, quien comenzó la entrada en segunda base, aprovechó un doble de Tommy Edman para anotar la primera carrera. La presión se intensificaba.
Las tres carreras de Arizona en la décima entrada fueron un golpe duro para los Dodgers, todas anotadas contra Scott, incluyendo un jonrón de empate de Gabriel Moreno en la novena entrada. Sin embargo, el destino tenía reservado un giro inesperado. En la parte baja de la décima entrada, Max Muncy, con un elevado de sacrificio al jardín central, permitió que Shohei Ohtani anotara la carrera del triunfo, rompiendo así la racha de cuatro derrotas de los Dodgers y sellando una victoria por 4-3.
El encuentro también vio la participación de otros jugadores clave. Por los Diamondbacks: Lourdes Gurriel Jr. (5-1), Geraldo Perdomo (4-2) y Eugenio Suárez (2-0). Del lado de los Dodgers: Andy Pagés (4-0). El impacto de cada jugador, aun en las estadísticas aparentemente menores, contribuyó a la narrativa dramática del juego.
La noche culminó con un triunfo agónico para los Dodgers, un triunfo construido sobre la presión, el talento y una pizca de fortuna. Una victoria que quedará grabada en la memoria de los aficionados por su intensidad y su inesperado final.