Riviera Maya Open: El legado de Lorena Ochoa impulsa el golf femenino mexicano

La expectativa es alta, no solo por el torneo en sí, sino por el legado que inspira a esta nueva generación de jugadoras.
El nombre de Lorena Ochoa, resonando como un faro en sus carreras, es el hilo conductor de esta historia. Ochoa, número uno mundial durante 158 semanas consecutivas y miembro del Salón de la Fama de la LPGA, se retiró del golf profesional hace 15 años. Sin embargo, su influencia perdura.
Entre las participantes se encuentra María Fassi, campeona individual femenina de la División I de la NCAA en 2019. “Ella lo era todo para mí”, confiesa Fassi, referiéndose a Ochoa. “Ni siquiera habría pensado en jugar golf profesional si no fuera por ella”. Fassi, junto con Gaby López e Isabella Fierro, se clasificaron para el torneo; mientras que Carolina Rotzinger, María Balcázar, Clarisa Temelo, Fernanda Lira y Andrea Ostos recibieron invitaciones.
La presencia de Ochoa en el torneo trasciende la simple asistencia. Promociona su asociación Xuntas, dedicada a impulsar el golf femenino mexicano. “Tenemos 45 chicas en las Xuntas... son como esponjas, quieren aprender de las mejores”, afirma Ochoa, resaltando su compromiso con la formación de nuevas talentos.
Gaby López, la mejor posicionada en la LPGA esta temporada (puesto 59), colabora con Ochoa en Xuntas. “Estamos comprometidos con ayudar a niñas y adolescentes; queremos acelerar su desarrollo técnico y mental”, explica López, subrayando la importancia del apoyo y la formación integral que ofrece Xuntas.
Isabella Fierro, otra promesa del golf mexicano, comparte su experiencia: “La transición de amateur a profesional fue difícil, y Gaby y María me han estado ayudando. Con Lorena hablo dos veces por semana; me ayuda mucho; es una inspiración todos los días”.
El impacto de Ochoa se extiende incluso más allá de las fronteras mexicanas. Albane Valenzuela, golfista nacida en Nueva York, reconoce la influencia de Ochoa: “Lorena es la mejor de todos los tiempos. Probablemente ella sea la razón por la que empecé a jugar al golf”. Su padre, Alberto, compitió con Ochoa, creando una conexión intergeneracional que resalta la trascendencia de su legado.El torneo, con un contrato de cinco años con la LPGA, promete ser un catalizador para el crecimiento del golf femenino en México, inspirando a una nueva generación de jugadoras a seguir los pasos de la legendaria Lorena Ochoa. La influencia de Ochoa se palpa en cada golpe, en cada swing, en cada mirada esperanzada hacia el futuro del golf mexicano.