Liam Hendriks denuncia amenazas de muerte tras derrota de Medias Rojas

La situación involucra a Liam Hendriks, el lanzador de 36 años de los Medias Rojas de Boston, quien recientemente enfrentó una situación escalofriante. Tras una derrota contra los Mets de Nueva York, Hendriks se vio obligado a recurrir a las redes sociales para denunciar las amenazas de muerte que recibió, tanto para él como para su familia.
En una publicación en Instagram, Hendriks expresó su indignación ante los “comentarios repugnantes y viles” que recibió, incluyendo mensajes que le deseaban la muerte por cáncer, una enfermedad que él mismo superó al vencer un linfoma no Hodgkin. Este hecho, lejos de ser un detalle menor, pone en perspectiva la gravedad de la situación y la vulnerabilidad de los atletas profesionales, incluso ante un público aparentemente anónimo.
Hendriks, quien este año suma un récord de 0-1 con una efectividad de 5.56, relevó en el juego contra los Mets al lanzador Garrett Crochet. Si bien terminó la entrada, permitió tres sencillos consecutivos al iniciar la séptima, incluyendo un hit dentro del cuadro del venezolano Luisangel Acuña, que inicialmente fue declarado out, pero posteriormente confirmado como base por bolas tras revisión de video.
La situación no es aislada. Hace menos de un mes, Jarren Durán, jardinero mexicano de los Medias Rojas, denunció haber recibido comentarios inapropiados de un fanático durante un juego en Cleveland. Este incidente se produce poco después del estreno de un documental de Netflix donde Durán habló abiertamente sobre su lucha contra la salud mental y un intento de suicidio en el pasado.
Las palabras de Hendriks en su publicación reflejan un llamado a la reflexión: “Tal vez deberías dar un paso atrás y reevaluar el propósito de tu vida antes de esconderte detrás de una pantalla y atacar a los jugadores y sus familias,” sentenció. Un mensaje que resuena con la creciente preocupación sobre el impacto negativo del ciberacoso en la salud mental de los atletas profesionales. Se requiere una mayor conciencia y responsabilidad por parte de los fanáticos y las plataformas de redes sociales para crear un entorno más respetuoso y seguro para estos individuos.