Iwai domina el Abierto de la Riviera Maya: Victoria aplastante en LPGA
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René CardenasHabía algo diferente, algo…sereno.
En Mayakoba, la Riviera Maya, se disputaba el Abierto, un torneo que, a simple vista, parecía estar al alcance de varias jugadoras. Sin embargo, una figura emergió de la multitud: Chisato Iwai. Esta joven de 22 años, proveniente de Japón, no solo se impuso, sino que lo hizo con una "mentalidad muy tranquila, tranquila todos los días, todo el tiempo", según sus propias palabras.
La ventaja inicial pertenecía a Jenny Bae, quien lideraba por un golpe antes de la ronda final. Las diez jugadoras detrás de ella, cabe destacar, aún no habían saboreado la victoria en el circuito LPGA. Pero la tranquilidad de Iwai era un arma letal. Un birdie en el primer hoyo, seguido de un bogey de Bae, marcó el inicio de su dominio implacable.
Su precisión fue asombrosa. Cuatro birdies consecutivos, cada putt embocando con la precisión de un cirujano. Un wedge a cuatro pies en el tercer hoyo, un putt de siete pies en el cuarto y, incluso después de un tiro cercano al agua en el par cinco del quinto, un chip magistral para asegurar su tercer birdie consecutivo. El putt de 15 pies en el hoyo seis cerró su impresionante racha.
La actuación de Iwai fue simplemente aplastante. Su victoria final fue por seis golpes, empatando el mayor margen de victoria de este año, igualando a Rio Takeda quien logró lo mismo en el Blue Bay LPGA en China. Este triunfo le reportó $375,000 dólares y la consagra como la tercera novata de la LPGA en ganar este año. Un hito que no se veía desde hace 10 años: tres novatas ganando antes de finales de mayo.
Mientras tanto, Bae, a pesar de un final más estable, se conformó con el segundo lugar, reflexionando: “Simplemente me dice que tengo un largo camino por recorrer, pero también que estoy llegando allí”. La ausencia de un campo de jugadoras de élite, debido a la proximidad del Abierto Femenino de Estados Unidos, no opacó el brillo de la victoria de Iwai, una performance que demostró no solo talento, sino una serenidad excepcional bajo presión. El regreso de la LPGA a México después de seis años, marcado por la victoria de Iwai, deja una huella imborrable en la historia del golf.
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