NASCAR llega a México: Histórica carrera en CDMX

En el corazón de esta audaz apuesta se encuentra Ben Kennedy, bisnieto del fundador de NASCAR, Bill France Sr. Kennedy, conocido por sus decisiones estratégicas para llevar la NASCAR a nuevos terrenos, ha impulsado la marca más allá de sus fronteras tradicionales. Recuerden el Clash en el Los Angeles Memorial Coliseum o el regreso a North Wilkesboro Speedway tras décadas de ausencia. Estos movimientos no son casuales; reflejan una visión de expansión que culmina este fin de semana en la Ciudad de México.
La carrera del domingo no es solo una exhibición; es la primera carrera internacional de la Cup Series que otorga puntos para el campeonato desde 1958. Solo en dos ocasiones anteriores, ambas en Canadá, la máxima categoría de NASCAR ha competido fuera de Estados Unidos en una carrera válida para el campeonato. Esta decisión, según las propias palabras de Kennedy, “representa nuestra mayor oportunidad de crecer como deporte a nivel internacional”.
La elección de México no es fortuita. Con más de 20 millones de habitantes en la Ciudad de México, la oportunidad de captar una nueva audiencia es enorme. El éxito de la Fórmula 1 en el país, con entradas agotadas en cuestión de horas, es un claro indicativo del potencial del mercado mexicano. Además, la presencia de Daniel Suárez, piloto mexicano de NASCAR, refuerza el vínculo entre la carrera y la afición local. Suárez, tras su experiencia en la Serie NASCAR México, ha declarado estar “súper emocionado por vivir este momento único”.
Más allá de la emoción de la carrera, la logística ha sido un desafío monumental. El traslado de casi 200 camiones con autos y equipo desde Michigan hasta México es una operación compleja que ha requerido una coordinación exhaustiva. Tom Bryant, responsable de logística de NASCAR, ha detallado el proceso, destacando el tiempo de traslado –alrededor de 40 horas sin contar el cruce fronterizo– y la meticulosa documentación aduanal en Laredo, Texas. El proceso, según Bryant, se ha basado en “identificar el problema y trasladar a la gente y las cosas de un punto a otro en un tiempo determinado”.
El evento, que también incluye la serie Xfinity y la Serie NASCAR México, representa una apuesta estratégica de gran envergadura. Más allá del espectáculo deportivo, se trata de un plan bien calculado para consolidar la presencia de NASCAR en un mercado con una gran pasión por el automovilismo.