Haliburton lesionado: El descanso en las Finales NBA, clave para la salud de los jugadores

El centro de atención se posa sobre Tyrese Haliburton, guardia de los Indiana Pacers, quien mostró molestias en su pierna tras el juego 5. Aunque no se ha especificado la gravedad de la lesión –“tobillo, pantorrilla o algo más”– la situación ha puesto en relieve la importancia de los descansos entre partidos en una serie tan exigente.

El entrenador de los Pacers, Rick Carlisle, ha destacado la ventaja del calendario actual: “Las Finales de la NBA…deberían suceder al ritmo y tempo adecuado, y el espacio entre los juegos ayuda a la salud de los jugadores”. Esta opinión es compartida por el entrenador del Thunder, Mark Daigneault, quien afirmó: “Nos recuperamos… tienes tiempo extra entre los juegos. Creo que eso es importante en términos de descanso y recuperación”.

Incluso jugadores como Shai Gilgeous-Alexander, estrella del Thunder y MVP de la liga, reconocen el cansancio físico: “Son muchos juegos… cada juego es agotador. Cuando das todo, cada posesión, vas a estar cansado”.

El contraste con las primeras Finales de la NBA, disputadas en 1947, es abismal. En aquel entonces, los partidos se jugaban a un ritmo frenético, inconcebible en la actualidad.

• 1947: Cinco juegos en siete días.
• 1953: Cinco juegos en siete días.
• 1965: Cinco juegos en ocho días.
• 1975: Cuatro juegos en ocho días, incluyendo viajes trasatlánticos.

Carlisle resalta la brevedad de los viajes en esta edición de las Finales, un aspecto que facilita la recuperación. Los dos días de descanso entre partidos permiten a los equipos prepararse con mayor eficiencia. “Los entrenadores tienen más tiempo para estudiar videos,” comenta Carlisle, aunque la familiaridad entre Pacers y Thunder es notable.

La presión y la intensidad de las Finales son innegables, pero el descanso es un factor crucial para que los jugadores puedan rendir al máximo nivel.

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