Gattuso: El reto de resucitar a Italia

Una sombra de incertidumbre planea sobre el futuro del balompié italiano, generando preocupación entre los aficionados y analistas.
En este contexto, Gennaro Gattuso asume el reto de dirigir a la selección nacional. El ex mediocampista, reconocido por su férrea determinación en la cancha, reemplaza a Luciano Spalletti tras la contundente derrota 3-0 ante Noruega en el primer partido clasificatorio. Esta derrota dejó a Italia a nueve puntos del líder, aunque con dos partidos menos disputados.
“Yo sé que no es un trabajo fácil, pero nada es fácil en la vida”, afirmó Gattuso en su presentación, mostrando una actitud desafiante. Su objetivo es claro: "Necesitamos llevar a Italia de vuelta al Mundial. Eso es fundamental." Para ello, Gattuso planea un cambio de estrategia, centrándose en la preparación física y mental de los jugadores, rechazando la idea de que Italia carece de talento.
Su debut se producirá el 5 de septiembre ante Estonia, un partido clave en el camino hacia la clasificación. El calendario presenta enfrentamientos cruciales, incluyendo el partido de vuelta ante Noruega el 16 de noviembre. El camino no es sencillo: solo el ganador del Grupo I clasifica directamente al Mundial de 2026, coorganizado por Estados Unidos, Canadá y México. El segundo clasificado tendrá que disputar las eliminatorias en marzo. Un escenario que recuerda las dolorosas eliminaciones de Italia en 2018 y 2022 ante Suecia y Macedonia del Norte, respectivamente. De hecho, las dificultades de la Azzurri se remontan a la fase de grupos de los mundiales de 2010 y 2014.
Gabriele Gravina, presidente de la federación italiana de fútbol, destacó el compromiso de Gattuso: “Respondió sin ninguna vacilación a nuestra llamada y con el mismo entusiasmo que cuando fue convocado como jugador a la selección nacional. Y no solo entusiasmo. Es realmente mucho más: gran espíritu de sacrificio, gran profesionalismo y diligencia. Me dijo de inmediato que nadie gana solo, que se gana como equipo y grupo.”
Gattuso planea implementar cambios significativos, incluyendo nuevas reglas para jugadores lesionados: “Tenemos muchos fisioterapeutas y personal médico. Si hubiera escuchado a mi cuerpo, habría jugado 50 partidos menos. Necesitamos ir más allá de nuestros límites.” Entre las decisiones más comentadas, destaca la convocatoria de Federico Chiesa, quien necesita recuperar su mejor nivel y la ausencia de Francesco Acerbi, quien rechazó la convocatoria. “Lo respeto, pero llamé a otros jugadores más jóvenes que creo que pueden ofrecernos algo”, explicó Gattuso.
La presión es alta, la situación compleja, pero la determinación de Gattuso es innegable. El tiempo dirá si esta nueva etapa marcará un antes y un después para la Azzurri.