Carlos Bilardo enfrenta deterioro de salud por síndrome de Hakim-Adams

"A veces confunde a su hija con su esposa", reveló con crudeza Miguel Lemme, su exasistente y amigo de toda la vida, en una entrevista radial.
Lemme, quien fuera parte del plantel de Estudiantes de La Plata campeón bajo el mando de Bilardo en 1982, no oculta el dolor que le causa ver al "Doctor" en este estado. "La enfermedad no tiene vuelta atrás, pero él siempre está bien cuidado", aseguró, destacando el apoyo médico y familiar que rodea al exentrenador de 87 años. A pesar del pronóstico, la lealtad de Lemme permanece intacta: "Antes lo visitaba todos los días, ahora voy tres veces por semana porque me destroza... pero no lo abandono".
La historia entre Bilardo y el fútbol argentino es inseparable. Bajo su dirección, y con Diego Maradona como estandarte, la Albiceleste alcanzó su segunda estrella mundialista. Aquel triunfo en el Estadio Azteca quedó grabado a fuego en la memoria colectiva, igual que la final de Italia 1990, donde cayeron ante Alemania. Hoy, compañeros de aquellas gestas siguen visitándolo en su casa de Buenos Aires, aunque el paso del tiempo y la enfermedad han ido borrando los recuerdos.
El vínculo con Maradona fue tan profundo que, tras la muerte del "10" en noviembre de 2020, optaron por ocultarle la noticia inicialmente para protegerlo. "Notaba que Diego no llamaba ni aparecía, y eso lo perturbaba", contaron cercanos. Meses después, cuando finalmente se lo comunicaron, la reacción quedó opacada por el avance de su padecimiento. Aun así, en diciembre de 2022, Bilardo pudo atestiguar desde su hogar cómo Lionel Messi levantaba la copa en Qatar, cerrando un ciclo que él ayudó a iniciar.
Más allá de los títulos, el legado de Bilardo se mide en gestos como el de Lemme, quien resume su devoción con palabras simples: "Nunca le soltaré la mano, igual que él no me la soltó a mí". Mientras la hidrocefalia sigue su curso, el hombre que diagramó la "garra charrúa" desde el banquillo ahora libra una batalla silenciosa, acompañado por los mismos que alguna vez siguieron sus tácticas para hacer historia.