"El objetivo es perfeccionar el software de seguimiento y establecer protocolos para reacciones inmediatas ante emergencias", explicó la UCI en un comunicado oficial. La medida llega tras una serie de tragedias que han sacudido al pelotón internacional:
- En 2023, Muriel Furrer (18 años) falleció tras chocar en una zona boscosa durante el Mundial Junior. Pasó 90 minutos inconsciente antes de ser rescatada.
- El año anterior, Gino Mäder (26) perdió la vida en el Tour de Suiza al caer por un barranco.
- Hace apenas un mes, Samuele Privitera (19) murió en el Tour de Valle D'Aosta italiano.
La tecnología, que será
obligatoria para todos los participantes en el
Mundial de Ruta de Kigali (Ruanda) en septiembre, permitirá:
- Monitoreo constante de la ubicación de cada ciclista
- Alertas instantáneas al control de carrera y equipos médicos
- Datos precisos para localizar accidentes en terrenos complejos
El cuatro veces campeón del Tour de Francia, Tadej Pogačar, había advertido tras la muerte de Privitera:
"Es uno de los deportes más peligrosos. A veces el riesgo que tomamos es demasiado grande". Ahora, la
UCI busca equilibrar esa ecuación con innovación.
El sistema se estrenará en carreteras suizas que conocen bien el dolor: las mismas donde Furrer y Mäder sufrieron sus accidentes mortales. Si la prueba en Romandía tiene éxito, podría marcar el inicio de una nueva era en la protección de los corredores.
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