NFL implementa medidas extremas de seguridad tras tiroteo en sus oficinas

Ahora, la organización busca blindarse.

Según documentos internos obtenidos por este medio, la liga envió un memorándum confidencial a los 32 equipos con un mensaje claro: "La seguridad dejó de ser un protocolo secundario". El texto, firmado por el comité ejecutivo, detalla tres cambios inmediatos que serán discutidos en una reunión urgente programada para el 26 de agosto.

• Evaluaciones de amenaza en tiempo real: Cada estadio y oficina deberá someterse a análisis diarios de riesgos con tecnología militar.
• Presencia armada las 24 horas: Oficiales de seguridad con entrenamiento táctico custodiarán instalaciones incluso en horarios no laborales.
• Filtros tipo aeropuerto: Escáneres corporales y revisión de pertenencias para cualquier persona, incluidos jugadores y directivos.

Detrás de estas medidas está el caso de Shane Tamura, el joven de 27 años que irrumpió disparando en el edificio donde la NFL tiene sus oficinas corporativas. Las autoridades confirmaron que el atacante, quien terminó suicidándose, cargaba una nota manuscrita donde vinculaba su acción con la encefalopatía traumática crónica (CTE), padecimiento común en exjugadores de fútbol americano.

Lo peculiar: Tamura solo jugó a nivel preparatoria en California. Nunca firmó contrato profesional, pero según fuentes cercanas al caso, estaba convencido de que la liga era responsable de sus problemas neurológicos. En su mochila encontraron recortes de periódico sobre demandas millonarias contra la NFL por casos de CTE.

El memorándum no menciona directamente el incidente, pero deja entre líneas la preocupación: "Reconocemos el impacto operativo, pero ninguna inversión es demasiado cuando se trata de vidas humanas". La NFL prepara además un protocolo especial para manejar amenazas de personas con trastornos mentales, según confirmaron dos gerentes de equipos bajo condición de anonimato.

Mientras los Eagles practican en Filadelfia y los Cowboys ajustan su defensa en Dallas, los guardias de seguridad ahora cargan algo más pesado que radios: chalecos antibalas y protocolos de contraataque. El deporte más rudo de Estados Unidos acaba de volverse más peligroso fuera del campo.

---