Venezuela domina 5-0 en Pequeñas Ligas con histórico permiso migratorio

La bandera tricolor ondeó tímidamente entre un mar de asientos vacíos, pero el gesto de esos pocos espectadores resonó más fuerte que cualquier porra.
Los Cardenales de Barquisimeto no solo dominaron el partido con un contundente 5-0, sino que cerraron su impecable campaña regional con cinco victorias y una diferencia de 46-6 en carreras. Sin embargo, llegar a Williamsport requirió más que talento: fue necesaria una excepción diplomática del Departamento de Estado estadounidense después de que las visas fueran inicialmente negadas por las restricciones migratorias vigentes.
"Nos quedamos sin tiempo para el equipo senior", admitió Patrick Wilson, director de Pequeñas Ligas, en referencia al grupo de jugadores de hasta 16 años que no logró viajar a Carolina del Sur el mes pasado. Para este equipo, el visto bueno llegó con apenas diez días de anticipación, un margen crítico que Euclides y Ender Rivero —coaches de la edición anterior— conocen bien. Ellos, con visas renovadas, fueron parte del puñado de venezolanos que presenciaron el triunfo.
La logística dejó secuelas emocionales: los peloteros viajaron sin sus familias. María Lewis, residente en Pensilvania y autoproclamada "madre honoraria" del equipo, intentó compensar esa ausencia. "Son niños de 12 años que merecen jugar su deporte", afirmó mientras ondeaba una bandera frente al dugout. El mánager Luis Bermúdez confirmó que mantienen contacto constante con Barquisimeto a través de videollamadas.
El partido terminó, pero la conversación continuó en las redes: hashtags como #VenezuelaEnWilliamsport y #PequeñasLigasSinFronteras empezaron a circular mientras los jugadores revisaban sus teléfonos, buscando mensajes de aquellos que, desde 3,547 kilómetros de distancia, celebraron cada base robada como si estuvieran en primera fila.