Jets reinventan su ofensiva con Fields: priorizan el control del reloj

No es casualidad, sino táctica.

Justin Fields, el nuevo quarterback titular tras la salida de Aaron Rodgers, lo dejó claro este martes: "Estamos bien con avanzar ocho yardas por jugada si eso nos lleva a anotar". La frase resume la filosofía que podría definir a esta ofensiva en 2024.

Los números del último partido de pretemporada contra los Giants hablan por sí solos:

• Solo 1 de 5 pases completados por Fields (4 yardas)
• 13 corridas para 55 yardas
• Una posesión con 10 jugadas terrestres consecutivas

Detrás de esta aparente monotonía se esconde una ventaja estratégica. El trío de corredores (Breece Hall, Braelon Allen e Isaiah Davis) ha demostrado ser letal en los entrenamientos, aunque Davis se perdió el último encuentro por una molestia en el tobillo.

John Simpson, guardia izquierdo, no disimula su preferencia: "Nos energiza saber que viene una jugada de carrera. La identidad de este equipo es la fisicalidad". El liniero ofensivo viene de compartir vestuario con Lamar Jackson en Baltimore, otro quarterback móvil que redefine los esquemas tradicionales.

Fields parece hecho a medida para este sistema. En 2022, con Chicago, corrió 1,143 yardas - récord para un mariscal en la NFL. Su capacidad para convertir jugadas rotas en ganancias positivas con sus piernas añade una dimensión extra que Tanner Engstrand, el nuevo coordinador ofensivo, sabe aprovechar.

Mientras los puristas del pase profundo fruncen el ceño, los Jets construyen su camino con paciencia de relojero. Cada yarda terrestre acerca más a Fields a su verdadera prueba de fuego: el debut oficial donde las estrategias de pretemporada deberán convertirse en victorias concretas.

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