Violencia en estadio Libertadores deja decenas de detenidos y heridos graves

Testigos relatan escenas que parecen sacadas de una película de terror: hinchas saltando al vacío para escapar de golpizas, cuerpos desnudos y ensangrentados pidiendo piedad, mientras las barras bravas de Independiente actuaban con impunidad.
Según reportes oficiales, más de 100 personas fueron detenidas y al menos una veintena resultaron heridas, entre ellas un joven identificado como Gonzalo Alfaro, quien tuvo que ser sometido a cirugía de emergencia. "Su estado es delicado, con traumatismo craneoencefálico severo", confirmaron médicos del Hospital Fiorito.
Los hechos ocurrieron así:
La Confederación Sudamericana de Fútbol confirmó que el partido no se reanudará y que decidirá en los próximos días el futuro de la serie, donde la U lideraba 2-1 global. Fuentes cercanas al organismo sugieren que podrían aplicarse sanciones ejemplares contra el club local por fallas en el operativo de seguridad.
Mientras tanto, en las redes sociales circulan videos que muestran la crudeza de los ataques: encapuchados golpeando a indefensos, policías observando sin intervenir, y el griterío de una multitud que parecía haber olvidado que estaban allí para ver fútbol. Las imágenes más impactantes muestran el momento exacto en que dos jóvenes prefirieron lanzarse al vacío antes que enfrentar la furia de las barras.
Este incidente revive el eterno debate sobre la violencia en el fútbol sudamericano, donde cada cierto tiempo la pasión traspasa los límites de lo humano. Las preguntas quedan flotando: ¿Hasta cuándo? ¿Quiénes son realmente los responsables? Y lo más importante, ¿cuántas vidas más tendrán que estar en riesgo antes de que alguien tome medidas definitivas?