Protestas y alto operativo de seguridad marcan partido en Salónica

La ciudad griega, conocida por su pasión deportiva, esta vez fue testigo de un operativo inusual que mezcló seguridad, política y deporte.

Más de 120 aficionados israelíes llegaron al estadio Toumba bajo estrictas medidas de protección. Fueron ingresados al recinto en medio de un cerco policial que incluía perros antiexplosivos y unidades de élite. El autobús del Maccabi Tel Aviv, escoltado como si transportara material de alto riesgo, avanzó entre miradas hostiles y cámaras que documentaban cada movimiento.

Lo que pocos vieron fue el acto simbólico frente al consulado estadounidense. Manifestantes escalaron estructuras para colgar un mensaje contundente: "Genocide" en letras negras sobre tela blanca. La policía griega actuó rápido, pero la imagen ya circulaba en redes.

• Operativo sin precedentes: Fuerzas especiales, drones y francotiradores en techos.
• Protestas calculadas: Menos de 50 personas, pero con impacto mediático global.
• Silencio en la cancha: El 0-0 reflejó la atmósfera cargada que vivieron los jugadores.

Mientras el árbitro pitaba el final, los jugadores del PAOK saludaron a su hinchada con gestos tibios. Los visitantes abandonaron el campo casi en silencio, custodiados como al llegar. Fuera del estadio, las calles olían a gas lacrimógeno residual. La UEFA no se ha pronunciado, pero el partido ya dejó de ser solo un partido.

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