Los Ángeles, Ca.
Al parecer, la actriz tenía problemas con su imagen por comentarios que le hizo su madre.
Además de los signos de esquizofrenia que presenta, Amanda Bynes estaba obsesionada con su peso e imagen.
En su cuenta de Twitter, la joven de 27 años nunca ocultó su gusto por las cirugías, pero una de sus amigas contó a Radar Online que Amanda tenía severos problemas con su imagen debido a unos comentarios que le hizo su madre.
La amiga de Bynes considera que la actriz sufre de dismorfia corporal, pues en un par de semanas se hizo perforaciones en las mejillas y también varios tatuajes. “Realmente estaba obsesionada con cómo se ve”, aseguró.
“Dice que su madre le dijo cosas acerca de su peso cuando estaba creciendo”, añadió.
Además, Amanda también estaba obsesionada con pesar sólo 45 kilos aún cuando mide 1.72 metros. “Cuando estaba en la película Love Wrecked tuvo mononucleosis y perdió mucho peso, y su madre le dijo que nunca se había visto mejor. Así que ella se quedó en ‘quiero pesar 100 libras (45 kilos)’. Cuando le dije que eso era demasiado delgado para ella, me dijo: ‘una vez que estás en 100 libras es difícil no querer estar así otra vez’”.
Por tal motivo, los hábitos alimenticios de Bynes eran extraños, pues solo comía jamón de pavo, pero en secreto ingería muchos dulces.
Por ahora, la joven se encuentra en observación psiquiátrica para determinar su estado. Sus padres ya solicitaron su custodia.
Recientemente se dieron a conocer imágenes de los destrozos que Bynes dejó en un hotel de Nueva York poco antes de ser internada por tratar de quemar una casa.