México, DF.
En dos años ha participado en cinco películas y dos obras de teatro. Además, lo mismo actúa en filmes artísticos y de poca exposición, que en cintas de alto presupuesto. Ahora tiene en cartelera ‘Preludio’y también ‘Espacio interior’.
“¡Quedó preciosa, la remodelación le vino de maravilla!”, es lo primero que dice la actriz Ana Serradilla cuando nos encontramos para esta entrevista en uno de los jardines de la renovada Cineteca Nacional, en la Ciudad de México. El encuentro es previo a la proyección de la película Preludio, la cual no sólo protagoniza sino también produce.
“Me gusta mucho venir a la Cineteca, es uno de mis lugares favoritos, pero por diversas cuestiones no había tenido la oportunidad de regresar después de la ‘manita de gato’ que le dieron. Está padrísima, se sacaron un diez. Voy a venir tan seguido como me sea posible”, dice Serradilla, mientras observa la construcción en todas direcciones.
Admiradora del cine francés, recuerda que a mediados de los 90 —cuando salía de sus clases de Diseño Gráfico en la Universidad Intercontinental— se iba a la Cineteca a ver las películas de Isabelle Huppert, quien a la postre se convertiría en una de las mayores influencias en sus deseos de convertirse en actriz. Filmes como Les Valseuses, Passion, Madame Bovary y La Pianiste, en donde Isabelle Huppert trabajaba con los maestros Blier, Godard, Chabrol y Haneke, le hicieron ver a la joven Serradilla las posibilidades del arte histriónico.
En menos de 15 años, la actriz mexicana ha logrado consolidar una carrera en cine, teatro y televisión, un logro que envidiarían muchos de sus colegas. Es también una de las figuras más reconocidas y queridas por la gente, pues además de haber participado en siete exitosas telenovelas, casi una veintena de películas y una decena de obras de teatro, ha sido la imagen publicitaria de importantes marcas.
Preludio, la película que la actriz nos invitó a ver con ella en la Cineteca Nacional, fue realizada en 2010 por el cineasta Eduardo Lucatero —con quien ya había trabajado antes en el filme Corazón marchito—, pero fue apenas hasta principios de este mes cuando se estrenó al público mexicano. Antes había estado en festivales. Sólo salió con cinco copias, que irán circulando por diferentes universidades y circuitos culturales pues se trata, dice, “de un experimento de cine alternativo que hicimos entre un grupo de cuates”.
Coincidentemente, en estos días acaba de ser estrenada también la película Espacio interior, en donde Ana Serradilla trabaja al lado de Kuno Becker, bajo las órdenes del director debutante Kai Parlange. La cinta es una lección de vida que cuenta la historia de Lázaro, un hombre que es secuestrado durante ocho meses hasta que consigue escapar de sus captores. En ella Serradilla interpreta a María, la esposa de Lázaro.
“No es muy común que un actor mexicano tenga dos películas en cartelera en el mismo mes, como tampoco lo es que en los últimos dos años haya estrenado cinco películas: Pastorela, La otra familia, Luna escondida, Preludio y Espacio interior. No sé cuántos actores mexicanos podrían presumir que no paran de trabajar en el cine”, dice Serradilla.
Agrega que Preludio es la primera cinta en donde participa que sale este año, y que fue una coincidencia que saliera casi al mismo tiempo que Espacio interior, pues se trata de dos producciones muy diferentes: “De hecho, Espacio interior se iba a estrenar por ahí de febrero-marzo, pero luego se retrasó el lanzamiento para finales de julio por razones de logística”.
Para ella, es una recompensa a su dedicación el mantenerse vigente en el cine mexicano: “Casi en todos los años de mi carrera he tenido la fortuna de que se estrene una película en la que yo participo, no he parado de hacer cine. Para como está la industria, es un verdadero privilegio trabajar tanto”. Además, agradece haber tenido la suerte de haber caído “en muy buenos proyectos, con excelentes directores y actores estupendos a los que les he podido aprender horrores. Son gente extraordinaria y muy generosa que me ha recibido con los brazos abiertos”.
En este tiempo ha estado muy ocupada haciendo cine y teatro, y lo que dejó descansar fue la televisión: “Tengo ya como cuatro o cinco años sin hacer nada de televisión. Lo último que hice en la pantalla chica fue la serie Drenaje profundo. Ésa ha sido la clave del por qué he estado tan clavada en el cine y en el teatro.