Austin, tx
La mujer explica a cámara que, de niño, su hijo juntaba sin parar “billetitos de esos de colores” y le decía “guárdamelos mamá”. El niño, al que la familia Guzmán siempre llamó “el chapo”, se convertiría en el narcotraficante más buscado del mundo.
Es uno de los testimonios recogidos en el documental The Legend of Shorty, cuyo estreno mundial se celebró este fin de semana en el festival multidisciplinar South by Southwest (SXSW) de Austin (EU,) y rastrea la figura del narcotraficante “El Chapo” Guzmán antes de su detención el pasado 22 de febrero en México.
Los directores del largometraje, Guillermo Galdós y Angus MacQueen, conversaron con familiares del líder del cártel de Sinaloa, integrantes del gigantesco entramado del tráfico de drogas y conocidos de la infancia.
A través de personas allegadas al equipo, llegaron a “juntarse” con “El Chapo”, pese a que no quiso aparecer frente a la cámara.
“El Chapo’ no se maneja bien delante de una cámara”, cuenta el peruano Guillermo Galdós, codirector de este filme. “Esta gente gasta gran parte de su fortuna en abogados, que sí han estudiado en universidades prestigiosas, llevan traje y hablan inglés”.
Pero para que un chaval nacido en tierra de campesinos se convierta en el hombre más buscado del mundo, necesita algo especial.
Es un tipo muy habilidoso, supo hacer muchas alianzas y, cuando estuvo preso por primera vez, nadie lo traicionó fuera”, analiza el cineasta.