Paola Rojas, la destacada periodista y conductora de televisión, dejó a todos sin palabras al compartir una anécdota personal que pocos esperaban. A sus 47 años, conocida por su inteligencia y belleza, Rojas confesó que también ha enfrentado el rechazo, demostrando que no siempre las cosas son tan fáciles como parecen. En una charla sobre el cuidado y la congruencia al sumarse a causas sociales, Paola recordó un momento incómodo de su vida, admitió haber incurrido en una conducta inapropiada en una ocasión. Después de una fiesta, vio a un hombre que le había fascinado y decidió actuar, provocando incomodidad y dando por hecho que nadie podía decirle que no, cayendo en una situación que ella sabe en la actualidad, que no es correcta y que en su momento no pensó que estaba mal.
En esta idea de que el hombre siempre está dispuesto, y, "¿cómo me va a decir que no a mí?", ya sabes, loca de amarrar; entonces, no sé qué señal le hago para que se detenga. Paola Rojas.
Cuando el hombre detuvo su coche, Paola se acercó y, sin rodeos, le pidió un beso, segura de sí misma. Sin embargo, la respuesta no fue la esperada. El muchacho no quiso, Paola Rojas se cubría el rostro de la vergüenza mientras contaba su anécdota, mientras sus compañeras del programa reaccionaban entre felicitaciones y sorpresa por su valentía.
Natalia Téllez, una de sus compañeras, consideró que Paola había actuado bien al pedir permiso antes de dar el beso. No obstante, Paola se mostró crítica con su propio comportamiento, reconociendo que el contexto no era el adecuado. Menciona que lo hizo detenerse en la calle, él se bajó por caballero, para ayudarla y ella lo único que tenía era "ganas de ligar", explicó.
A pesar de la autocrítica de Paola, sus compañeras concluyeron que actuó correctamente, ya que no invadió el espacio personal del hombre. Esta revelación de Paola Rojas, más allá de la anécdota, sirvió como un recordatorio de que todos podemos cometer errores y aprender de ellos, sin importar cuán perfectos parezcamos.