Su trayectoria artística ha sido marcada por momentos memorables que la han convertido en un ícono de la cultura popular. Sin embargo, detrás de la brillante estrella que brilla en el escenario, existe una mujer con un corazón lleno de amor por su familia, un valor que la ha impulsado a tomar decisiones que quizás no todos entienden, pero que a ella la llenan de paz y satisfacción.
Biby, quien saltó a la fama como integrante de la banda Timbiriche, decidió en su momento dar un paso al costado en su carrera para dedicarse a su familia, un acto de amor que la ha convertido en una figura ejemplar para muchos. La maternidad y la construcción de un hogar junto a su esposo, el también reconocido actor Eduardo Capetillo, le dieron un significado diferente a su vida, un significado que la llevó a priorizar la estabilidad y la felicidad de su familia.
"Con la edad me he vuelto más espiritual, porque cuando estaba más jovencita no es que no lo fuera, pero está uno mucho en la rutina, el trajín y los niños", compartió Biby en una entrevista con el programa De Primera Mano. "Tuvimos una familia grande, pero los tres primeros (hijos) se me pasó la vida tan rápido. Sí, sin duda creo que esa otra faceta mía me dio la estabilidad que yo necesitaba para hoy en día poder estar aquí".
A pesar de haberse alejado de los reflectores por un tiempo, Biby nunca dejó de lado su pasión por la actuación y la danza. "Nunca dejé de cultivarme, nunca dejé mis clases de ballet, tomaba mis clases de canto, esa parte seguía ahí. Porque mucha gente entra a este medio por la fama, no todo mundo, algunas personas, pero cuando de verdad amas lo que haces la fama viene como consecuencia de, y así fue en mi caso", confesó.
La decisión de Biby de priorizar su familia no fue un sacrificio, sino una elección consciente. Ella siempre supo que su amor por los escenarios no se apagaría y que en algún momento volvería a brillar con fuerza. "Siempre soñé en pisar los escenarios, más allá de la televisión, que me encanta, pero más allá de eso el escenario, porque yo crecí en una escuela de danza, la directora era mi madre, la maestra, toda mi vida estuve ahí, entonces hasta el olor de los teatros, es donde yo crecí", reveló.
Biby Gaytán es un ejemplo de que la vida es un viaje complejo lleno de decisiones importantes. A veces, el camino más difícil es el que nos lleva a la verdadera felicidad. Su historia nos recuerda que la familia, el amor y la pasión son los pilares que sustentan el éxito personal y profesional.