Sin embargo, su estrategia de mercadotecnia no fue tan exitosa como esperaba.
La influencer, conocida por sus ocurrencias y su peculiar estilo, lanzó una encuesta en Instagram para medir el interés de sus seguidores en adquirir las playeras con el mensaje "Team Gomita" y su imagen. Las respuestas fueron contundentes: el 73% de sus seguidores no quería comprar la prenda.
La pregunta "¿Quién quiere una?" que Gomita escribió en su publicación se quedó flotando en el aire, resonando en el silencio de un rechazo digital. La encuesta, una herramienta que la influencer pensaba usar para evaluar la demanda, se convirtió en un reflejo de su posición en el panorama digital actual.
Gomita, acostumbrada a la atención y al protagonismo, parece haber subestimado el impacto de su paso por La Casa de los Famosos México. La audiencia, que antes la seguía por su carisma y su humor, ahora parece haber perdido el interés.
La pregunta no es si Gomita podrá recuperarse de este golpe en su carrera, sino si la influencer será capaz de reinventarse y adaptarse a las demandas cambiantes de su público. La respuesta, como la de su encuesta, está en manos de sus seguidores, quienes finalmente dictarán su futuro en el mundo digital.