Su mudanza a Estados Unidos con Meghan Markle, junto a sus dos hijos, ha sido interpretada como un deseo de forjar una nueva identidad lejos de las presiones de la realeza.
En un mensaje a la BBC, el duque de Sussex ha confesado sentirse "entusiasmado por los 40", una sensación que atribuye a la paternidad: "Ser padre es una de las mayores alegrías de la vida y solo me ha hecho sentirme más motivado y comprometido a hacer de este mundo un lugar mejor". La decisión de emigrar a Estados Unidos, según ha revelado Meghan Markle en varias entrevistas, fue motivada por la necesidad de proteger a sus hijos de la intensa atención mediática que les seguía en el Reino Unido.
En su nuevo hogar, la pareja ha encontrado un espacio en la industria del entretenimiento, con acuerdos millonarios con empresas como Netflix y Spotify. La publicación de la autobiografía de Harry, "En la sombra", en enero de 2023, también ha sido un éxito rotundo. Sin embargo, la relación con la familia real británica permanece distante, marcada por la tensión y la ausencia de una pronta reconciliación.
El profesor Mark Garnett, de la Universidad de Lancaster, ha analizado la situación, sugiriendo que la "huida" a Estados Unidos es una respuesta a la necesidad de los miembros jóvenes de la familia real de "desarrollarse como personas y crear un papel que valga la pena para sí mismos, mientras están constantemente bajo la atención de los medios".
El príncipe Harry, lejos de las obligaciones reales, ha encontrado un nuevo hogar en Estados Unidos, un espacio para construir su propio futuro y forjar una identidad personal independiente de la monarquía.