En un episodio del podcast “She MD”, reveló que sufría de pérdida auditiva y dificultades para caminar, lo que le impedía estar de pie por más de cinco minutos sin necesitar descansar. A pesar de llevar un estilo de vida saludable, se sintió frustrada al no entender sus síntomas, que incluían desmayos mensuales y malestar tras comer.
Shailene Woodley explicó que su búsqueda de respuestas la llevó a consultar a múltiples médicos, quienes ofrecieron diagnósticos variados que solo aumentaron su confusión. Aparte de los problemas físicos, también experimentó desafíos de salud mental, incluyendo miedo a la comida y dismorfia corporal, lo que la llevó a cuestionar su identidad. Este proceso la forzó a hacer una introspección profunda sobre su bienestar.
Con el tiempo, Woodley tomó la decisión de abordar su salud de manera integral, explorando enfoques holísticos que le permitieron sanar. Reconoció la importancia de no solo tratar los síntomas físicos, sino también de enfrentar traumas emocionales y el trastorno de estrés postraumático que había vivido en diferentes momentos de su vida.
Hoy en día, Woodley se siente bien, habiendo pasado una década en su camino de recuperación.