La situación comenzó cuando un fanático se acercó a Natanael Cano para abrazarlo, pero un guardia de seguridad intervino para impedirlo. La reacción de Cano fue inmediata y explosiva. Usando su micrófono, el cantante expresó su enojo por la acción del guardia, considerando que estaba interfiriendo con la interacción entre él y su fan.
El video del incidente se viralizó rápidamente en redes sociales, generando un debate polarizado entre los usuarios. Algunos defendieron la acción de Cano, argumentando que estaba protegiendo a su fan, mientras que otros criticaron su comportamiento, señalando que el guardia solo estaba cumpliendo con su deber de mantener el orden.
Pero la controversia no terminó ahí. Cano también recibió una multa por interpretar corridos tumbados, un género que está prohibido en Chihuahua. La cantidad de la multa superó el millón de pesos, un golpe financiero significativo para el cantante.
Las autoridades también señalaron que la presencia de menores de edad en secciones del concierto que estaban reservadas para adultos complicó aún más la situación de Cano. A pesar de que los organizadores habían anticipado la posibilidad de una multa, la cifra final fue inesperadamente alta.
Este incidente se suma a una serie de controversias que han rodeado a Cano en los últimos meses. Recientemente se le ha vinculado a procesos legales, incluyendo un caso por cohecho en Sonora.
A pesar de los desafíos legales y la polémica, Cano ha mantenido una postura despreocupada, afirmando que su rutina diaria es lo único que realmente le preocupa.
Estos incidentes no solo afectan la imagen pública de Cano, sino que también plantean interrogantes sobre la seguridad en eventos masivos y la interacción entre los artistas y sus seguidores. La reacción del público a estos eventos puede influir en la percepción de Cano como figura pública.