Pero, ¿quién tiene más posibilidades de reconciliación con el público?
Ingrid Seward, una experta en realeza, ha analizado la situación y ha llegado a una conclusión inesperada. Según Seward, la imagen de Meghan Markle ha sufrido un fuerte impacto en el Reino Unido y Estados Unidos, tras su salida de la Familia Real y su mudanza a Estados Unidos en 2020.
Las acusaciones que la pareja ha lanzado contra la Familia Real parecen haber tenido un efecto negativo en su popularidad. Las últimas encuestas de YouGov, publicadas en el tercer trimestre de 2024, muestran que los Sussex siguen ocupando los últimos lugares en las listas de popularidad real.
Seward considera que Meghan es improbable que recupere la confianza del público, mientras que Harry aún tiene una oportunidad. La experta argumenta que, a pesar de la decepción que ha generado, el público británico todavía siente cariño por el príncipe.
"Deep down people still love Prince Harry, and they want to love him, I think theyre just very, very disappointed in him", dijo Seward a The Sun. "He made millions out of it [his memoir Spare], but he seriously has paid for it, because its done his reputation an immeasurable amount of harm, especially with his family, but the way that people view him."
Es interesante notar que, a pesar de haber trabajado juntos, los Sussex también están explorando proyectos individuales. Meghan ha participado en eventos relacionados con hospitales infantiles y organizaciones que apoyan a adolescentes, mientras que Harry se ha enfocado en su labor filantrópica en Nueva York, Londres y el sur de África.
Seward sugiere que la separación de los Sussex en sus actividades profesionales podría ser una estrategia para recuperar la buena imagen. "I feel that theyre both going slightly different ways to see if it works. Theyve tried it together, and it didnt work so well. So, theyre doing it separately to see how well it works."
El futuro de la relación entre los Sussex y la Familia Real sigue siendo incierto. Solo el tiempo dirá si Harry logrará recuperar la confianza del público británico.