A pesar de su larga trayectoria y su innegable talento, el cantante siempre ha mantenido un perfil bajo, resistiéndose a compartir los detalles de su vida privada.
Sin embargo, tras años de insistencia por parte de la directora Poppy Stockell, Farnham finalmente accedió a colaborar en un proyecto que revelaría los secretos detrás de la voz que cautivó a millones: una biografía. Pero el camino hacia la publicación de "The Voice Inside" no fue fácil.
En 2022, Farnham recibió un diagnóstico que lo sacudió: cáncer de boca. La cirugía que tuvo que afrontar, que incluyó la extracción de todos sus dientes inferiores y el raspado de su mandíbula, lo dejó con una disfiguración facial que le impedía abrir la boca lo suficiente como para comer, y mucho menos, para cantar.
"Me dijeron después que alguien del equipo médico llamó a Jillian un par de veces mientras estaba en el quirófano. Aparentemente, estuve muy cerca de morir", escribió Farnham en su autobiografía.
Las dificultades no terminaron ahí. Durante su recuperación, Farnham se fracturó la espalda y tuvo que volver al hospital. La radioterapia que recibió le quitó las ganas de comer, llevándolo a perder peso hasta llegar a los 63 kg.
A pesar de los desafíos que enfrentó, Farnham se mostró decidido a completar su biografía. "A veces se reía y luego hacía una mueca porque se había estirado la boca y las cicatrices le dificultaban la movilidad. Pero quería seguir adelante", recuerda Stockell.
"Es un trabajador incansable. Siempre lo imagino como un boxeador. Lucha y lucha. Y muchas veces estaba realmente animado. Puede ser tonto, es muy divertido".
Aunque su situación actual le impide cantar con la misma facilidad que antes, Farnham no pierde la esperanza. "Puedo apenas abrir la boca, pero sigo cantando en la ducha", escribió.
La biografía, "The Voice Inside", es un viaje a través de los altibajos de la vida de Farnham.
"Es una industria muy depredadora", dice Stockell. "John llegaba a casa después de algunas sesiones y decía: ‘No dormí nada’. Tenía pesadillas bastante fuertes después de hablar de ciertas cosas. Varias veces se apresuraba a pasar por ciertos periodos, y yo tenía que llevarlo de vuelta con cuidado, sin torturarlo. Es complicado: como biógrafo, llevas varios sombreros y probablemente algunos para los que no estás realmente cualificado".