Su equipo de campaña ha estado en conversaciones con diferentes personalidades para obtener su apoyo, y un nombre que ha estado en la mira por meses es el de Bad Bunny, una superestrella puertorriqueña con un gran alcance dentro de la comunidad latina.
La atención se centró en la vicepresidenta Kamala Harris después de que un comediante llamado Tony Hinchcliffe hiciera una broma ofensiva sobre Puerto Rico durante un mitin de Donald Trump en Nueva York. El comentario, que se burló de Puerto Rico llamándolo "una isla flotante de basura", provocó indignación y puso en relieve la importancia del voto latino en las elecciones.
En respuesta a este incidente, Bad Bunny publicó un video de Harris en sus redes sociales, donde la vicepresidenta habla sobre los planes para Puerto Rico. En el video, Harris enfatiza cómo Trump abandonó la isla tras los devastadores huracanes María e Irma, bloqueando la ayuda y ofreciendo solo "toallas de papel e insultos". El video destaca la diferencia entre las promesas de ayuda de Harris y las acciones de Trump en relación a Puerto Rico.
La publicación de Bad Bunny, aunque no fue un respaldo formal, ha sido interpretada como una señal de apoyo a Harris. El artista, conocido por su activismo y por ser un defensor de la comunidad puertorriqueña, ha mostrado su postura en relación a los comentarios ofensivos de Hinchcliffe.
La campaña de Harris ha expresado su entusiasmo por el apoyo de Bad Bunny, y espera que su influencia ayude a movilizar a los votantes latinos jóvenes. Este grupo demográfico ha sido considerado crucial para las elecciones, y el apoyo de una figura como Bad Bunny podría ser crucial para la estrategia de la campaña.
Aunque Bad Bunny no ha confirmado un respaldo formal a la vicepresidenta Harris, su publicación en redes sociales ha sido interpretada como una señal de apoyo a la campaña y ha sido vista como un movimiento estratégico por parte de la vicepresidenta Harris para ganar el voto latino.