A sus 66 años, sigue siendo un referente de la cultura pop, y su dedicación a la salud es un factor fundamental en su éxito.
Madonna ha construido una imagen que se basa en la disciplina física y mental. Ella misma reconoce que no nació con el cuerpo de una supermodelo, pero trabajó duro para mantenerse en forma. Su rutina de ejercicio es intensa, combinando seis días a la semana una variedad de disciplinas como aeróbicos, entrenamiento en intervalos, ballet, jogging, pilates, y otras.
Sin embargo, una de sus prácticas favoritas y más constantes desde 1996 es el yoga Ashtanga, una disciplina que considera "mucho más física" que otros tipos de yoga. Las series de Ashtanga, que duran entre 90 minutos y tres horas, la convierten en una práctica exigente tanto a nivel físico como mental. Madonna valora el yoga no solo por sus beneficios físicos, sino también por su capacidad de trabajar la mente y el espíritu. "El yoga es una metáfora de la vida: no puedes apresurarte, no puedes juzgarte. Solo debes respirar y dejarte llevar", dijo en su entrevista con Oprah, en 1998.
Además de su riguroso régimen de ejercicio, Madonna cuida su piel de manera meticulosa. Su imagen siempre ha sido una prioridad en su carrera, y para mantener su cutis radiante, colabora con la esteticista Tarin Graham. Su rutina incluye productos de su propia línea de cuidado de la piel, MDNA SKIN, lanzada en colaboración con expertos en belleza.
El proceso diario de cuidado de la piel de Madonna comienza con un limpiador facial suave por la mañana. Durante el día, aplica varias veces un spray facial hidratante llamado MDNA SKIN The Rose Mist, que refresca su piel, y reduce la hinchazón en los ojos con el suero The Eye Serum. Para completar, utiliza The Finishing Cream, una crema enriquecida con ingredientes hidratantes que le proporciona un brillo saludable.
Madonna también sigue una estricta dieta macrobiótica, basada en principios de equilibrio entre el yin y el yang en los alimentos. Esta dieta, desarrollada por un filósofo japonés en los años 90, está enfocada en el consumo de alimentos integrales y naturales, evitando al máximo los procesados. Su alimentación incluye:
* Granos enteros: arroz integral, avena, pan de trigo completo.
* Verduras: brócoli, kale, calabaza, zanahorias.
* Algas y vegetales marinos: espirulina, kombu.
Su dieta es rica en nutrientes y enzimas, considerados algunos de los más saludables del mundo debido a sus propiedades antioxidantes y su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico. Aunque consume algo de pescado, Madonna evita la carne y los productos lácteos. También se asegura de mantenerse bien hidratada con bebidas como el té de jengibre y el té de yerba, conocidos por mejorar la circulación y la alerta mental.
Madonna es una apasionada del ejercicio y llevó su pasión por el fitness al ámbito empresarial. En 2010, fundó los Hard Candy Fitness, una cadena de gimnasios con sede en varias ciudades del mundo. Estos centros, que llevan el nombre de su álbum de 2008, "Hard Candy", están diseñados para ofrecer una experiencia de entrenamiento intensa y exclusiva. Con estas instalaciones, Madonna comparte su filosofía de entrenamiento con el público, permitiendo que más personas experimenten sus rigurosas rutinas. "Me encanta sudar con otras personas", afirmó, reflejando su creencia en el poder colectivo del ejercicio en grupo. Este emprendimiento es parte de su legado, permitiéndole expandir su influencia más allá del entretenimiento hacia el mundo del fitness y la salud.