Ella misma ha contado cómo su prioridad inmediata fue proteger a sus hijas, Maggie y Nancy, de 15 y 13 años, mientras enfrentaba un futuro incierto.
"Mi esposo murió hace tres años y las cosas fueron realmente difíciles en todos los aspectos de nuestras vidas", confesó Anna durante una entrevista en el programa "Women's Hour" de la BBC. "Una de esas cosas es que hay muchas cosas que vienen con el dolor, y una de ellas es el terror financiero. Y luego hay realidades prácticas en torno a tus hijos y su salud mental, y apoyarlos, lo cual es tu prioridad", añadió.
La muerte de Michell, quien había finalizado la mezcla de sonido de su última película, "Elizabeth: A Portrait in Parts", horas antes de su fallecimiento, se produjo por un infarto. Un examen post-mortem reveló que el director murió a causa de un "infarto agudo de miocardio" y un "ateroma coronario izquierdo", según su certificado de defunción.
La actriz reveló que, aunque ha tenido que lidiar con la pérdida de un padre a la edad de 24 años, nunca había vivido algo similar al dolor de sus hijas. "He recorrido este camino antes, de la pena y la muerte traumática repentina. Lo he hecho antes, y de alguna manera pude levantarme y hacerlo de nuevo. Fue horrible tener que ver a mis hijos caminar por ese camino, pero soy bastante valiente, bastante fuerte, y creo que soy bastante hábil, espero, para navegar por la vida. Y pensé, "Tengo que mantener el motor funcionando".
"Cuando sucedió conmigo y tenía 24 años, estaba muy sola. Estaba muy aislada porque nadie había pasado por lo que yo había pasado. No conocía a esas personas. Y luego, cuando sucedió con Rog, lo vi más como, "Todos tenemos que mantenernos unidos por los niños", concluyó Anna.