¿La razón de esta medida tan drástica? Un testigo clave en el caso, un hombre llamado Courtney Burgess, ha concedido múltiples entrevistas en los últimos días, declarando sobre los llamados "Freak Offs" organizados por Combs. Los abogados del rapero consideran que estas declaraciones son falsas y difamatorias, argumentando que el gobierno ha estado investigando a Combs durante casi un año y sabe que estos eventos no involucraban a hombres, menores o fiestas.
Sin embargo, la defensa de Combs también ha enfrentado críticas. Se ha señalado que la estrategia de su equipo legal podría ser interpretada como un intento de manipular la opinión pública y presionar a los potenciales jurados. Los abogados de Combs argumentan que, al no tratar estas afirmaciones como una "estafa de extorsión", las conspiraciones en línea se están alimentando aún más, dificultando la posibilidad de un juicio justo.
La situación se ha vuelto compleja, y el juicio de Combs se perfila como un evento mediático de gran interés, donde la verdad se esconde entre las declaraciones de los testigos, las estrategias legales y las especulaciones que inundan las redes sociales.