Con su característico tono, Oliver se dirigió a su audiencia en Last Week Tonight, pero esta vez sin chistes ni ironías. En un tono serio, casi solemne, habló de las elecciones presidenciales estadounidenses. Sin rodeos, mencionó que, a pesar de que las elecciones no son una solución mágica para los problemas del país, son un paso fundamental para un cambio positivo.
La emoción invadió su rostro mientras expresaba su amor por Estados Unidos, el país que adoptó como suyo y al que, en sus propias palabras, "le ha dado la mano y le ha dicho: 'Te quiero'". En ese momento, la imagen del comediante irreverente se desvaneció, dejando espacio a un hombre que, con un nudo en la garganta, confiesa su deseo de un futuro mejor para la nación que lo acogió.
En la antesala de la elección, Oliver rompió la barrera entre el humor y la realidad, revelando su voto por Kamala Harris. Con un tono conmovedor, dejó claro que, para él, la elección no se trata solo de una figura política, sino de un futuro para el país que él ama. "Espero que todos hagamos lo posible para construir ese futuro", concluyó Oliver, dejando atrás el humor y mostrando una profunda esperanza por el destino de Estados Unidos.