Jones, un productor con 28 premios Grammy, tuvo la oportunidad de conocer a Jackson cuando este era apenas un niño de 12 años, en la casa del legendario Sammy Davis Jr. Desde ese encuentro casual, surgió una relación profesional que impulsó la carrera de Jackson hacia la cima del éxito.
"Necesito que me ayudes a encontrar un productor. Me estoy preparando para hacer mi primer álbum", le dijo Jackson a Jones en aquella ocasión.
Así, Jones se convirtió en el artífice detrás de "Off the Wall" (1979), el primer álbum en solitario de Jackson, que incluía éxitos como "Don't Stop 'Til You Get Enough". Posteriormente, produjeron "Thriller" (1982), el disco más vendido de la historia, y "Bad" (1987).
En una entrevista de 2014, Jones evocó con nostalgia la atmósfera de trabajo que rodeaba la creación de esos álbumes: "¡Era tan relajado como se podía!", comentó. "Nos reíamos y la pasábamos bien. ¿En serio? Tienes que saber cómo divertirte. Si te pones tenso, la música va a sonar a nada. Solía decir: "Siempre deja un poco de espacio para que Dios entre en la habitación".
La amistad entre ambos se vio afectada tras la grabación de "Bad", y Jones atribuyó la ruptura a la percepción de Jackson de que él era viejo y anticuado.
Aunque la relación se enfrió, Jones siempre mantuvo el recuerdo de Jackson como un artista excepcional: "Un tipo de artista diferente. En muchos sentidos, un niño-hombre, era más que profesional y dedicado."
A pesar del desenlace, su legado musical permanece inalterable: "Habrá mucho escrito sobre lo que sucedió después en la vida de Michael, pero para mí todo eso es solo ruido. Les prometo que en 50, 75, 100 años, lo que se recordará es la música."