Y es que, según informes de prensa, el Rey Carlos III está preocupado por las implicaciones legales de acercarse a Harry debido a un caso que este último tiene en curso contra el gobierno del Reino Unido.
Las cosas se complicaron aún más después de que Harry publicara su controversial libro de memorias, "Spare", donde relató detalles de conversaciones privadas con la familia real, algunos de los cuales han sido calificados de "incorrectos" por la prensa. La monarquía británica teme que Harry use estas conversaciones en su defensa en el juicio contra el gobierno, lo que podría poner al Rey Carlos III en una situación legal complicada.
Fuentes cercanas a la familia real han confirmado que el Rey Carlos III está evitando cualquier contacto con su hijo hasta que el caso legal tenga una resolución. "Es un caso delicado, el hijo del Rey está demandando a los ministros del Rey en los tribunales del Rey", comentó un experto en la constitución británica y asesor de la familia real.
La situación es complicada para el Rey Carlos III quien se encuentra en una encrucijada. Por un lado, tiene la necesidad de mantener una imagen pública fuerte como rey, mientras que por otro lado, no puede ignorar la situación de su hijo. Lo que sí está claro es que la relación entre padre e hijo está en un punto crítico y es probable que la tensión continúe hasta que el caso legal de Harry tenga un desenlace.