Aunque reconoce que la experiencia ha sido divertida, Samberg admite que la intensidad del programa no se ha ido. "Es divertido volver, pero también vuelvo a sentir el estrés, ese peso que trae consigo el programa. Es intenso" , mencionó Samberg en un podcast con Seth Meyers.
Su regreso se da en medio de la participación de Maya Rudolph como Kamala Harris, y su papel como Doug Emhoff, el esposo de la vicepresidenta, le ha brindado un respiro a la presión que vivió como miembro del elenco. Sin embargo, Samberg reconoce que las exigencias del show permanecen, y la adrenalina se dispara cada vez que sale al escenario.
Samberg ya había confesado en el pasado que su partida de SNL en 2012 se debió a la carga que suponía el ritmo de trabajo y el constante estrés. “Físicamente y emocionalmente, estaba al borde del colapso. No dormía bien, trabajaba sin descanso, era una situación insostenible.”
Aunque reconoce que el ritmo de vida en SNL era agotador, el comediante no se arrepiente de su experiencia, ya que le brindó la oportunidad de crear y desarrollar proyectos de manera acelerada, y se siente agradecido por el impacto que tuvo en su carrera.