Lo acusan de ser un padre ausente, un "deadbeat dad", como lo expresan algunos, para su hijo de dos años, Brando.
Keoghan, en una entrevista reciente en el podcast de Louis Theroux, ha salido a defenderse con contundencia. "La gente me juzga como padre, y yo les digo, 'Bueno, hasta que no hayan caminado un día en mis zapatos, creciendo como yo, no pueden comentar', explicó el actor.
El actor de 32 años, quien creció sin la presencia de su propio padre, ha tenido una infancia turbulenta. Fue criado por su madre, quien luchó contra la adicción durante toda su infancia, y su abuela. A los 5 años, junto con su hermano menor, ingresaron al sistema de cuidado de niños y pasaron siete años en 13 hogares diferentes. La muerte de su madre por una sobredosis de heroína cuando él tenía 12 años marcó profundamente su vida.
"Hay mucha gente en línea que usa a mi hijo como munición en contra mía, dijo Keoghan. "Cuanto más atención he recibido últimamente, y más público me he vuelto, menos he publicado sobre mi hijo porque no creo que sea justo poner a mi hijo en línea, explicó. "Hay gente enferma ahí fuera".
Keoghan ha decidido proteger a Brando de la atención pública, pero esto solo ha alimentado las especulaciones y críticas. "Como he limitado la información sobre él, la gente elabora historias y dicen, 'Padre ausente, ¡mierda, papá holgazán!, y cosas más desagradables que ni siquiera repetiría", dijo el actor. "La audacia de algunas personas me enferma. Me hace hervir la sangre".
A pesar de los comentarios y la controversia, Keoghan se mantiene firme en su postura. "No voy a alimentar a los que me juzgan, dijo. "No voy a darles más material y decir, 'No, no, no, miren, estoy con mi hijo!'".