Se ha rumorado que Carlos ha estado presionando a Andrés para que se mudara de Royal Lodge, una residencia real de 31 habitaciones ubicada en los terrenos del Castillo de Windsor.
El problema principal radica en el costo de mantener Royal Lodge. Carlos ha estado cubriendo los gastos de seguridad y el mantenimiento de la propiedad, además de proporcionarle un estipendio regular a su hermano. Sin embargo, según fuentes cercanas a la realeza, Carlos habría decidido cortar el financiamiento a Andrés, lo que lo obliga a buscar una alternativa más modesta.
La resistencia de Andrés a abandonar Royal Lodge ha generado aún más polémica. Algunos expertos en la realeza, como Christopher Wilson, aseguran que el duque está desafiando a su hermano con este comportamiento. "Es como si estuviera dándole la espalda al Rey Carlos," comentó Wilson. "La condición de su hogar refleja el estado de su mente."
Se ha especulado que Andrés planea dejar Royal Lodge en herencia a sus hijas, la Princesa Beatriz y la Princesa Eugenia. La noticia ha desatado una ola de críticas, pues se considera que la herencia es un privilegio exorbitante en medio de la crisis económica que atraviesa el Reino Unido.
La situación entre los hermanos reales sigue siendo tensa. El futuro de Royal Lodge y el papel del Príncipe Andrés en la familia real siguen siendo inciertos.