Ese instrumento es la flauta dulce, y en este caso, la protagonista es Lucie Horsch, una joven virtuosa que ha dedicado su talento a revivir el legado del legendario flautista Frans Brüggen.
Brüggen, un maestro del periodo barroco, no solo revolucionó la interpretación con instrumentos históricos, sino que también fue un apasionado coleccionista de flautas dulces. Su colección, que incluye instrumentos del siglo XVII y XVIII, es una cápsula del tiempo que nos permite viajar al pasado y comprender la evolución de este instrumento. Ahora, diez años después de su partida, Lucie Horsch se embarca en un viaje musical para honrar su legado.
Horsch no solo interpreta las piezas de Brüggen con una sensibilidad exquisita, sino que también se sumerge en el mundo de las flautas dulces de época. Su álbum, "The Frans Brüggen Project", es una experiencia sonora única, en la que cada instrumento tiene su propia voz, sus propios matices y su propia historia.
Con 15 flautas diferentes, desde la sopranino hasta el tenor, Horsch nos lleva de viaje a través de las obras de Telemann, Handel, Couperin, Haydn, Marcello y Bach, revelando la belleza y la versatilidad de este instrumento tan singular.
La música se convierte en una ventana al pasado, permitiéndonos apreciar la evolución del sonido y las técnicas interpretativas a lo largo de los siglos. En este viaje musical, no solo se celebra la música, sino que también se rinde homenaje a la pasión y el legado de Frans Brüggen.