La industria de la moda siempre ha sido un reflejo de los tiempos que vivimos, y la búsqueda de la perfección física, con sus altibajos, es un tema recurrente. En la década de los 90, la delgadez extrema se convirtió en un ideal de belleza, con figuras como Kate Moss liderando esta tendencia. Sin embargo, con los años, la industria comenzó a abrazar la diversidad corporal, buscando una representación más realista de la belleza en todas sus formas.
Pero, ¿estará regresando la delgadez extrema? Chioma Nnadi, directora de la edición británica de Vogue, ha expresado su preocupación por este fenómeno, que está volviendo a ganar terreno entre las modelos y celebridades. Según Nnadi, esta tendencia, que se presenta como un regreso a la estética de los 90, "no debería volver a ser tendencia", pues podría poner en riesgo los avances logrados en materia de diversidad corporal.
Nnadi ha señalado que el uso de medicamentos como Ozempic, un tratamiento para la diabetes tipo 2 que también tiene efectos reductores de peso, podría ser uno de los factores que están impulsando este regreso a la delgadez extrema. "Este tratamiento tiene algo que ver", aseguró Nnadi, aludiendo a su creciente popularidad entre celebridades y figuras públicas. Sin embargo, la utilización de Ozempic fuera de su uso prescrito como supresor del apetito ha generado preocupación en el ámbito de la salud y la moda, pues podría facilitar el acceso a la delgadez extrema de manera poco saludable.
La industria de la moda enfrenta el desafío de frenar este retroceso y promover una imagen corporal sana y diversa. Vogue UK, bajo la dirección de Nnadi, se compromete a ofrecer una mayor representación de la diversidad en sus páginas, incluyendo modelos de todas las tallas y cuestionando la idea de que la delgadez sea un estándar universal. La lucha contra la delgadez extrema es un reto complejo, pero la influencia de voces como la de Nnadi podría marcar una diferencia en la percepción pública y en las políticas internas de la industria de la moda.