En una entrevista sincera y reveladora con la revista Elle, la icónica actriz Demi Moore, de 62 años, abre su corazón sobre su batalla interna con la imagen corporal y la influencia de una figura poderosa en su juventud. La estrella, conocida por su versatilidad en la pantalla, comparte una historia que va más allá de la fama y el glamour de Hollywood.
Moore recuerda un encuentro con un productor anónimo que marcó un antes y un después en su percepción de sí misma. "Sus palabras fueron como dagas", confiesa. El productor, en un momento de crítica, sembró una semilla de duda en la mente de la joven actriz, lo que la llevó a una espiral de autocrítica y comportamientos extremos.
"Me sometí a mucho tormento cuando era más joven. Las palabras pueden tener un poder inmenso, y en ese entonces, no supe cómo protegerme de ellas."
Sin embargo, la historia de Moore no se queda en la oscuridad. Con el tiempo, ha encontrado una nueva relación con su cuerpo, una que trasciende la superficialidad. "Ahora amo mi cuerpo, pero es un amor que va más allá de la apariencia. Es apreciar su fuerza, su capacidad de sanar y de contar mi historia", expresa con una sabiduría ganada con el tiempo.
Esta evolución personal se hace evidente en su última película, "The Substance", donde Moore se aleja de los estereotipos de belleza y se sumerge en un papel vulnerable y auténtico junto a Margaret Qualley. La actriz desafía los cánones tradicionales y abraza la idea de que la belleza reside en la expresión de la vida misma.
- Aceptación y Autenticidad: Moore aboga por una aceptación de las líneas de expresión como marcas de una vida plena, una belleza que va más allá de lo físico.
- Superando la Crítica: La actriz demuestra que es posible transformar las experiencias negativas en herramientas de crecimiento y empoderamiento.
La entrevista de Demi Moore es un recordatorio de que la lucha por la aceptación propia es un camino complejo, pero que puede llevar a una transformación poderosa y liberadora.