En un reciente episodio del programa Netas divinas, la famosa conductora de televisión, Galilea Montijo, sorprendió a la audiencia al revelar un momento delicado de su trayectoria profesional. Durante la conversación, compartió una experiencia que ha generado un intenso debate en las redes sociales y en el mundo del entretenimiento.
Montijo, conocida por su carisma y presencia en pantalla, admitió que en una ocasión llegó a un programa en vivo “pasada de copas”. Aunque no especificó el nombre del show, muchos han relacionado este incidente con su participación en La casa de los famosos México, donde su comportamiento fue objeto de análisis y especulación. En ese contexto, la conductora había explicado previamente que su forma de hablar se debía a un problema con un prostético dental que no estaba bien ajustado.
“Después de mis 50 años, me están poniendo una prótesis de hueso en mi boca. Entonces tengo una prótesis que a mitad del programa como que se despegó”, comentó en el programa Hoy. Sin embargo, en su reciente confesión, Montijo profundizó en cómo el consumo de alcohol se combinó con nuevos medicamentos antidepresivos que estaba tomando, lo que la llevó a arrastrar las palabras sin darse cuenta. “Yo, por güey, o sea, se me cruzó unos medicamentos nuevos que tenía, antidepresivos. Le doy un traguito a la cerveza”, relató, añadiendo que no notó el momento en que su discurso se volvió incoherente.
La revelación ha suscitado una ola de reacciones en las plataformas digitales, donde algunos usuarios han calificado su comportamiento de “irresponsable”. Además, su reciente deseo de convertirse en madre nuevamente, en su relación con el modelo español Isaac Moreno, ha generado críticas y preocupaciones sobre su capacidad para asumir la maternidad. Comentarios como “todos sabíamos que algo más había ahí” y “vieja borracha y cree que creímos su excusa” han inundado las redes, reflejando la incredulidad y el escepticismo de algunos seguidores.
La situación ha puesto de manifiesto la complejidad de la vida pública y las expectativas que se tienen sobre figuras como Montijo, quien continúa siendo un referente en el entretenimiento mexicano. A medida que la conversación avanza, queda claro que este episodio no solo afecta su imagen, sino que también abre un debate sobre la responsabilidad y la salud mental en el mundo del espectáculo.