Matthew McConaughey confesó en una entrevista con el tenista Nick Kyrgios en el podcast Good Trouble with Nick Kyrgios que se sentía atrapado en ese género. "Yo era EL chico de las comedias románticas. Pagaban bien y funcionaba, pero me sentía atrapado", dijo. Frustrado por estar estancado en un género que ya no lo satisfacía, McConaughey tomó una decisión drástica: abandonó Hollywood y se mudó a su rancho en Texas.
En ese momento, hizo un pacto con su esposa: no volvería a trabajar a menos que las ofertas fueran realmente lo que deseaba. "Me di cuenta de que no podía seguir haciendo lo que no me llenaba, así que dejé de trabajar. Me retiré y me tomé un largo descanso", relata el actor. Esta pausa resultó ser fundamental para lo que vendría después, ya que le permitió recalibrar sus prioridades y reflexionar sobre el tipo de roles que quería interpretar.
El cambio de perspectiva fue clave cuando, finalmente, comenzaron a llegarle las ofertas que tanto anhelaba. Una de las más significativas fue la propuesta para protagonizar Interstellar, la épica de ciencia ficción dirigida por Christopher Nolan. Esto sucedió después de que el actor rechazara un papel de 1.5 millones de dólares para protagonizar una comedia de acción que muchos habrían considerado una oportunidad dorada.
McConaughey considera que este rechazo fue uno de sus gestos más rebeldes en Hollywood. "Realmente envié una señal. Les demostré que no estaba mintiendo, y eso es algo que cuando va en serio, es muy atractivo en la industria. Las personas lo respetan, y las ofertas empiezan a cambiar", dijo. Con su papel de Cooper en Interstellar, el actor logró uno de sus trabajos más aclamados y un hito en su carrera, que también incluyó una transformación personal hacia papeles dramáticos más complejos.
Actualmente, McConaughey es conocido por sus papeles en True Detective y Dallas Buyers Club, que le valió un premio Oscar. Su decisión de arriesgarse y seguir su pasión lo ha llevado a convertirse en uno de los actores más respetados de la industria.